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Algunos apuntes que tal vez a alguien puedan ser útiles.

lunes, 27 de julio de 2009

Un poema para mi hja desconocida.




En los tiempos de la magia,
Cuando la vida era más lenta
y la gente miraba al cielo.
Una pareja soñaba diario,
Soñaban con su hija pequeña.

Día con día el padre pensaba
con el primer rayo de Sol
que ese día lo trabajaba
por un futuro mejor para ella,
la hija desconocida que vendría
por sorpresa, en cualquier momento.

Noche con noche al cielo miraban,
buscando en el ocaso al primer lucero.
Primavera o invierno, no importaba,
Buscaban la estrella por su deseo.

Estrella brillante, estrella luminosa,
La primera estrella que esta noche se posa,
Ojalá pudieras cumplir por tal cosa,
El deseo que esta noche en mi reposa.

Te pido estrella una niña pequeña,
una hija para quererla y protegerla.
Una princesa para esta casa.

Será mi hija, por el alma,
La sangre no importa
cuando el amor es cierto.
Será la luz de nuestros ojos,
como la Luna para el cielo.

Día con día, la madre pensaba.
La mujer sola se quedaba en casa,
Soñaba despierta, buscaba respuestas.
Aprendió a escribir, escribió leyendas.

Noche con noche al cielo miraban,
buscando en el ocaso al primer lucero.
Primavera o invierno, no importaba,
Buscaban la estrella por su deseo.


Estrella brillante, estrella luminosa,
La primera estrella que esta noche se posa,
Ojalá pudieras cumplir por tal cosa,
El deseo que esta noche en mi reposa.

Pido al cielo algo pequeño.
Una niña como muchas,
Una hija que esté con nosotros.
Alguien a quien narrarle cuentos.

Será mi hija, por el alma,
La sangre no importa
cuando el amor es cierto.
Será la luz de nuestros ojos,
como la Luna para el cielo.

Cada noche lo mismo pasaba.
La pareja a la estrella le hablaban.
Cada noche la Luna escuchaba.
Y cada día el Sol los observaba.

Una noche algo cambió,
Del cielo la estrella para ellos bajo.
Su madre la Luna la enviaba,
Su padre el Sol la entregaba.

Primero despertó el padre.
La luz en casa era deslumbrante.
Luego la vio la madre.
La niña brillaba como luz de tarde.

Entró un rayo de la mañana.
La pareja no creía que estaba en casa.
Su hija pequeña, su hija amada.
Era ella quien ahora les hablaba.

Oí que a una estrella se lo pedían,
Y de lejos vine a ver lo que querían.
Cuando tus deseos liberas,
Por arte de magia los recuperas.